Yo sobreviví a un programa japonés

El funcionamiento del programa es bastante sencillo: después de trasladar a los concursantes a Japón, allí tienen que participar en un concurso típico del país creado específicamente para ello. Las pruebas que tendrán que pasar son de lo más variadas e insulsas: desde atravesar una cinta andadora en triciclo hasta el clásico salto de trampolín con un traje de velcro para pegarse a una pared. En el caso de la versión americana, aprovecharon también por darle cierto toque de reality siguiendo las andanzas de los participantes y viendo cómo se desenvolvían conviviendo en una casa típica japonesa. Me atrevería a decir que este nuevo concurso es una mezcla de Humor Amarillo, Grand Prix y Gran Hermano.